quienes lo vieron cantar aquella noche que sus soneos estaban a otro nivel, alcanzando lo sublime en la ejecución. Que no había forma de bajarlo de la tarima y proceder con la clausura del espectáculo. Sucedió en 1978 durante la noche de cierre del Festival de Apoyo a Claridad, un periódico alternativo de PR. Marvin Santiago tenía al público encendido con un soneo fuerte y pegajoso. Parecía nunca acabar su presentación mientras impaciente esperaba el animador para dar gracias y concluir la actividad.
Para aquel tiempo Marvin iniciaba su carrera de solista tras abandonar la banda de Bobby Valentín. Esa noche Marvin cantó "El Jíbaro y la Naturaleza" e inspiró soneos de compromiso social y sobre la riqueza de nuestra naturaleza. Sus pregones eran gritos de conciencia. Le dedicó el "Son son chararí" a Carlos La Sombra, fundador de la asociación de confinados mejor conocida como los Ñetas. El clímax del show fue al interpretar "Soy Boricua" que en aquellos años de inquietud social se convirtió en una especie de himno de afirmación nacional. Varios entre la multitud ondeaban banderas de Puerto Rico mientras entonaban 🎵 Yo soy boricua de sangre y corazón. 🎶
Marvin le soneó a la patria, a las mujeres hermosas, a las amistades, a los valores de nuestra cultura, a CLARIDAD, y muchas cosas más. Quería seguir trovando para su gente y demostrar que era El Sonero del Pueblo. Los músicos ya cansados dejaron de tocar por reclamo de los organizadores. Al final terminó cantando a "capella" hasta que le apagaron el sonido para que así abandonara el escenario. Años después Marvin le confesó al periodista Elliot Castro que su indisciplina de aquella noche se debió al "tremendo arrebato" que había cogido en las largas horas de espera para consumir su turno. ¡Hinca por ahí!
Por Saúl López
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