- «La Rueda». Primer gran éxito que le llegó en 1980 con la orquesta La Solución. Este número le abrió las puertas internacionales y hasta el Perú viajaron aquel año. Víctor Manuel Mato es el autor de la guaracha que sirvió de pasaporte a Frankie R. hacia el estrellato. La orquestación estuvo a cargo de Máximo Torres. Una secuela de esta canción salió en 1988 con letra de Curet Alonso titulada "La rueda vuelve a rodar". --Oye, mi hermano, sigue dando vueltas.
- «Viajera». En 1981 Ruiz abandona La Solución y entra a la banda de Tommy Olivencia. Su nueva etapa de éxitos empieza con "Viajera" que sale en la producción Primer Concierto de la Familia TH (Top Hits 2154). Esta canción no aparece en ningún trabajo discográfico de Olivencia, aunque ese mismo año Frankie grabó con Tommy el disco Un Triángulo de Triunfo (Top Hits 2171). La pieza escrita por Carlos Farfán y con arreglo musical de Ray Santos, fue uno de los temas insignias de Ruiz y su carta de presentación para varios conciertos. --Y aquí termina la historia, mami, de una jajajaja viajera.
- «Lo Dudo». Melodía compuesta por Manuel Alejandro y vocalizada originalmente por José José en 1983. Al siguiente año 1984 Frankie la interpreta en salsa con la Orq. T. Olivencia y resulta un éxito impresionante. Es que Frankie le imprime un sabor y sentimiento que supera la versión en balada de José José. La conversión en salsa la hizo Máximo Torres para el disco Celebrando Otro Aniversario (Top Hits 2296). Para aquella época estuvo la moda de grabar baladas en salsa. --Nunca olvides los tiempos de ayer.
- «La Cura». Composición de Tite Curet Alonso y escrita expresamente para Frankie Ruiz. El tema causó controversia cuando sale en su primera grabación en solitario, pues su título confundió a mucha gente que pensaron que la letra era una invitación al uso de drogas. Ese doble sentido o ambigüedad hizo que calara hondo en el gusto de los salsómanos. El temazo lo catapulta hacia la fama y comienza a recorrer el mundo. --Cura, cura, cura, la cura la tengo yo.
- «Para Darte Fuego». Letra de Chein García para el fonograma Más Grande Que Nunca (TH-Rodven 2664) que salió hacia 1989 mientras Frankie estaba en prisión. Dicho sencillo estuvo casi 40 semanas en las listas de popularidad de la revista Billboard y además alcanzó el primer lugar en la categoría de álbum tropical. Un exitazo de la salsa erótica con metáforas insinuantes y versos atrevidos. --Con esta pasión de volcán que llevo dentro.
- «Mi Libertad». Luego de poco más de tres años en prisión, Frankie Ruiz regresa en 1992 con una de sus canciones más emblemáticas. Escrita por Pedro Azael especialmente para el cantante mayagüezano y orquestado por Cuto Soto, contiene un mensaje esperanzador del cual el público se identifica. Así Frankie Ruiz emula al "Auditorio Azul" de Marvin Santiago y a "Las Tumbas" de Ismael Rivera, quienes también estuvieron presos. --Y positivo.
- «Puerto Rico». Otra canción autobiográfica que junto a "Ahora me toca a mí", "Vuelvo a nacer" y "Mi libertad" conforman la cuarteta de canciones sobre su vida y su patria. Tal como hizo Héctor Lavoe con "El cantante", "La fama", "Ponce" y "Canto a Borinquen". Número escrito por Armando Napoleón y arreglo musical del pianista Willie Sotelo. --Te lo dije Willie, te lo dije. Hay Frankie Ruiz para largo.
TEXTO:
Saúl López García © 2019
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LOS 7 ÉXITOS MÁS IMPORTANTES DE FRANKIE RUIZ
A continuación las siete canciones que fueron los éxitos más trascendentales de F. Ruiz en su carrera artística, basados en criterios de popularidad y ventas. Estos temas no necesariamente representan mis canciones favoritas, sino aquellas que marcaron un hito en su trayectoria musical. Aquellas que lo convirtieron en leyenda o figura mítica. Los éxitos se presentan en orden cronológico.
LA CALLE EN LA MÚSICA DE WILLIE COLÓN Y HÉCTOR LAVOE
Willie Colón y Héctor Lavoe revolucionaron la música latina con un estilo agresivo en letras y sonoridades nunca antes vista. Representan el fuerte sonido neoyorquino forjado por su olor a calle de barrio. Willie Colón convirtió su trabajo artístico en testimonio social con melodías que narran incidencias de la marginalidad, el prejuicio y la pobreza. La rabia que manifiestan sus trombones era a su vez la rabia de quienes viven marginados. Héctor Lavoe personifica el diálogo entre el sentimiento callejero y el hombre de barrio que esconde sus virtudes y desventuras.
🎼 En los barrios de guapos
No se vive tranquilo
Mide bien tus palabras
O no vales ni un kilo. 🎵
Willie y Héctor se limitaron a cantarle al mundo del cual provenían: los ghettos de New York. En su primera grabación de 1967 irrumpen con el tema "El Malo" y se muestran en actitud desafiante como malandros de la calle. «El Malo aquí soy yo / porque tengo corazón». Una vez puesto el corazón en el barrio, tiene que defenderse con la violencia que caracteriza la vida ruda del barrio. De manera que tanto la salsa, como el disco El Malo (Fania 337) pasan a ser la primera expresión que logra identificar y asumir el sentimiento del barrio urbano de hoy. Según la canción, en el barrio no hay espacio para dos malos.
🎼 No hay problema en el barrio
De quien se llama El Malo.
Si dicen que no soy yo
Les doy un puño de regalo. 🎵 🎼
¿Quién se llama El Malo?
No hay ni discusión.
El Malo de aquí soy yo
Porque tengo corazón. 🎵
El mismo álbum discográfico narra la tragicomedia del loco "Chonquí" ocurrida en el subway de la ciudad. Viendo la aceptación del público por los temas callejeros, la disquera decide crearles una imagen delictiva a la pareja. Para 1969 el nombre y rostro de Héctor Lavoe debuta en la portada del disco Guisando (Fania 370) junto a W. Colón robando una caja fuerte. Guisar en el lenguaje coloquial significa tramarse algo o trabajar con sigilo. Y en ese guiso andan los tres malhechores cuyas historias se cuentan en esta grabación. Vicente el carterista, que sigue guisando (robando) entre las calles Lexington y la 110 hasta que la policía lo atrapa allí.
🎼 Sigue guisando
Que vas muy bien.
Hoy te cogió la policía
Y mañana el juez. 🎵
Otra figura pendenciera se halla en "El Titán", la anécdota del guapo que se da a respetar ante un rival abusador. «Óyelo bien, tiburón / échate pa' llá / Yo vengo de La Cantera / y aquí nadie me saca. / Tienes que pagarme / aunque quieras o no. / Óyelo bien, tiburón / tú no sabes quién soy yo». El tercer rufián se llama Marcolino y aparece en el número "Te están buscando". En cada vocalización Lavoe le imprime el fraseo más cercano a la experiencia marginal. «Siempre con el mismo cuento / nunca quieres trabajar. / Te lo dije Fumanchú / esconde el papel de bambú». Héctor pronuncia "jara" para referirse a la policía y dicho vocablo forma parte del lenguaje colectivo del barrio.
🎼 Te están buscando ya La policía.
🎵 🎼 Ahí viene la jara
Y mira dónde va. 🎵
Lavoe y Colón repiten la temática callejera en la siguiente producción de 1970 titulada Cosa Nuestra (Fania 384). La portada del disco presenta una escena típica de la mafia italiana. Se observa el cadáver atado a una roca y listo para arrojarse al río. La foto refleja la vida violenta en las calles neoyorkinas y el submundo del hampa. También nos relata la triste existencia de "Juana Peña", aquella devoradora de hombres, muy común en cualquier barriada. Otro personaje viene siendo el «Bacalao» que encarna al tipo buscón y mañoso en el tema "Te conozco". Héctor hace de este número, una prolongación del habla clandestina del suburbio.
🎼 Yo te conozco, bacalao,
No vengas con pugilatos
Que tú vienes cada rato
Pidiéndome una peseta.
Te conozco, bacalao,
Conmigo tú no te metas. 🎵
El binomio retoma la línea callejera en 1973 con el fonograma Lo Mato (Fania 444). La carátula muestra otra escena violenta cuando Willie encañona bajo amenaza a su rehén si no le compran este LP. Una pieza con carácter especial es la bomba "El día de mi suerte" en donde el barrio no es visto desde sus peligros, sino desde sus expectativas. Ese mundo de ilusiones y esperanzas que junto a la violencia persiste en la vida cotidiana. La crisis existencial se resume en la última estrofa de la canción, un mensaje de esperanza y optimismo de que algún día la suerte llegará.
🎼 Si el destino me vuelve a traicionar
Te juro que no puedo fracasar.
Estoy cansado de tanto esperar
Y estoy seguro que mi suerte cambiará
¿Pero cuándo será? 🎵
En la guaracha "Señora Lola" el mundo de la guapería hace presencia para que Lola aconseje a su marido controlar su lengua. Aquí la calle es escenario de conflictos entre vecinos. «Señora Lola dile a su esposo / que aguante el bembo. / Yo soy hachero de verdad / y no como miedo». Pero es la canción "Calle Luna, Calle Sol" la que nos da una definición ya mucho más precisa del barrio, de su vida y sus riesgos. Las calles Luna y Sol son dos vías estrechas y empedradas que discurren paralelas por el Viejo San Juan. La tradición les atribuye carácter de peligrosas por la abundancia de bares y casas de mala muerte. Willie opta por ubicar su historia en las pintorescas calles sanjuaneras aledañas a la famosa barriada La Perla.
🎼 Mete la mano en el bolsillo
Saca y abre tu cuchillo
Y ten cuidao. Póngame oído:
En este barrio muchos guapos han matao.
Calle Luna, calle Sol. 🎵
El proyecto musical de Willie y Héctor resultó exitoso al hilvanar una nueva propuesta que plasma el retrato de los hispanos y boricuas que emigraron a Nueva York desde mediados del siglo pasado. Allá encontraron un mundo lleno de violencia, marginación y desigualdad. El último tema callejero grabado por el dueto fue "Juanito Alimaña" impreso en 1983 del LP Vigilante (Fania 610). «La calle es una selva de cemento». Bella metáfora de Catalino "Tite" Curet Alonso para describir el salvaje mundo urbano de nuestros días. La violencia se hace rutinaria e inevitable, puede aparecer al doblar la esquina o el callejón. Juanito Alimaña, arquetipo del antihéroe moderno e inescrupuloso ; personificación del guapo cuyas acciones se glorifican en la tradición oral.
🎼 Juanito Alimaña
Si tiene maña Es malicia viva
Y siempre se alínea
Con el que está arriba.
Y aunque a todo el mundo Le robó la plata,
Todos lo comentan Nadie lo delata. 🎵
TEXTOS:
César Miguel Rondón Hiram Guadalupe Pérez Saúl López García La imagen puede contener: 2 personas
🎼 En los barrios de guapos
No se vive tranquilo
Mide bien tus palabras
O no vales ni un kilo. 🎵
Willie y Héctor se limitaron a cantarle al mundo del cual provenían: los ghettos de New York. En su primera grabación de 1967 irrumpen con el tema "El Malo" y se muestran en actitud desafiante como malandros de la calle. «El Malo aquí soy yo / porque tengo corazón». Una vez puesto el corazón en el barrio, tiene que defenderse con la violencia que caracteriza la vida ruda del barrio. De manera que tanto la salsa, como el disco El Malo (Fania 337) pasan a ser la primera expresión que logra identificar y asumir el sentimiento del barrio urbano de hoy. Según la canción, en el barrio no hay espacio para dos malos.
🎼 No hay problema en el barrio
De quien se llama El Malo.
Si dicen que no soy yo
Les doy un puño de regalo. 🎵 🎼
¿Quién se llama El Malo?
No hay ni discusión.
El Malo de aquí soy yo
Porque tengo corazón. 🎵
El mismo álbum discográfico narra la tragicomedia del loco "Chonquí" ocurrida en el subway de la ciudad. Viendo la aceptación del público por los temas callejeros, la disquera decide crearles una imagen delictiva a la pareja. Para 1969 el nombre y rostro de Héctor Lavoe debuta en la portada del disco Guisando (Fania 370) junto a W. Colón robando una caja fuerte. Guisar en el lenguaje coloquial significa tramarse algo o trabajar con sigilo. Y en ese guiso andan los tres malhechores cuyas historias se cuentan en esta grabación. Vicente el carterista, que sigue guisando (robando) entre las calles Lexington y la 110 hasta que la policía lo atrapa allí.
🎼 Sigue guisando
Que vas muy bien.
Hoy te cogió la policía
Y mañana el juez. 🎵
Otra figura pendenciera se halla en "El Titán", la anécdota del guapo que se da a respetar ante un rival abusador. «Óyelo bien, tiburón / échate pa' llá / Yo vengo de La Cantera / y aquí nadie me saca. / Tienes que pagarme / aunque quieras o no. / Óyelo bien, tiburón / tú no sabes quién soy yo». El tercer rufián se llama Marcolino y aparece en el número "Te están buscando". En cada vocalización Lavoe le imprime el fraseo más cercano a la experiencia marginal. «Siempre con el mismo cuento / nunca quieres trabajar. / Te lo dije Fumanchú / esconde el papel de bambú». Héctor pronuncia "jara" para referirse a la policía y dicho vocablo forma parte del lenguaje colectivo del barrio.
🎼 Te están buscando ya La policía.
🎵 🎼 Ahí viene la jara
Y mira dónde va. 🎵
Lavoe y Colón repiten la temática callejera en la siguiente producción de 1970 titulada Cosa Nuestra (Fania 384). La portada del disco presenta una escena típica de la mafia italiana. Se observa el cadáver atado a una roca y listo para arrojarse al río. La foto refleja la vida violenta en las calles neoyorkinas y el submundo del hampa. También nos relata la triste existencia de "Juana Peña", aquella devoradora de hombres, muy común en cualquier barriada. Otro personaje viene siendo el «Bacalao» que encarna al tipo buscón y mañoso en el tema "Te conozco". Héctor hace de este número, una prolongación del habla clandestina del suburbio.
🎼 Yo te conozco, bacalao,
No vengas con pugilatos
Que tú vienes cada rato
Pidiéndome una peseta.
Te conozco, bacalao,
Conmigo tú no te metas. 🎵
El binomio retoma la línea callejera en 1973 con el fonograma Lo Mato (Fania 444). La carátula muestra otra escena violenta cuando Willie encañona bajo amenaza a su rehén si no le compran este LP. Una pieza con carácter especial es la bomba "El día de mi suerte" en donde el barrio no es visto desde sus peligros, sino desde sus expectativas. Ese mundo de ilusiones y esperanzas que junto a la violencia persiste en la vida cotidiana. La crisis existencial se resume en la última estrofa de la canción, un mensaje de esperanza y optimismo de que algún día la suerte llegará.
🎼 Si el destino me vuelve a traicionar
Te juro que no puedo fracasar.
Estoy cansado de tanto esperar
Y estoy seguro que mi suerte cambiará
¿Pero cuándo será? 🎵
En la guaracha "Señora Lola" el mundo de la guapería hace presencia para que Lola aconseje a su marido controlar su lengua. Aquí la calle es escenario de conflictos entre vecinos. «Señora Lola dile a su esposo / que aguante el bembo. / Yo soy hachero de verdad / y no como miedo». Pero es la canción "Calle Luna, Calle Sol" la que nos da una definición ya mucho más precisa del barrio, de su vida y sus riesgos. Las calles Luna y Sol son dos vías estrechas y empedradas que discurren paralelas por el Viejo San Juan. La tradición les atribuye carácter de peligrosas por la abundancia de bares y casas de mala muerte. Willie opta por ubicar su historia en las pintorescas calles sanjuaneras aledañas a la famosa barriada La Perla.
🎼 Mete la mano en el bolsillo
Saca y abre tu cuchillo
Y ten cuidao. Póngame oído:
En este barrio muchos guapos han matao.
Calle Luna, calle Sol. 🎵
El proyecto musical de Willie y Héctor resultó exitoso al hilvanar una nueva propuesta que plasma el retrato de los hispanos y boricuas que emigraron a Nueva York desde mediados del siglo pasado. Allá encontraron un mundo lleno de violencia, marginación y desigualdad. El último tema callejero grabado por el dueto fue "Juanito Alimaña" impreso en 1983 del LP Vigilante (Fania 610). «La calle es una selva de cemento». Bella metáfora de Catalino "Tite" Curet Alonso para describir el salvaje mundo urbano de nuestros días. La violencia se hace rutinaria e inevitable, puede aparecer al doblar la esquina o el callejón. Juanito Alimaña, arquetipo del antihéroe moderno e inescrupuloso ; personificación del guapo cuyas acciones se glorifican en la tradición oral.
🎼 Juanito Alimaña
Si tiene maña Es malicia viva
Y siempre se alínea
Con el que está arriba.
Y aunque a todo el mundo Le robó la plata,
Todos lo comentan Nadie lo delata. 🎵
TEXTOS:
César Miguel Rondón Hiram Guadalupe Pérez Saúl López García La imagen puede contener: 2 personas
La historia de Marvin Santiago
LA ESTADÍA EN PRISIÓN DE MARVIN SANTIAGO
Maestro del sonero urbano. Marvin Santiago grabó en prisión tres discos memorables que lo mantuvieron como uno de los cantantes favoritos de la grey salsera. Tras el éxito arrollador de 1979 con la producción Fuego A La Jicotea (TH - 2061), Santiago lanza en 1980 su segundo álbum con el sugestivo título ¡Caliente y Explosivo! (TH - 2089). En ambos discos la producción estuvo a cargo de Jorge Millet, desde el diseño de carátulas y selección de temas ; hasta las orquestaciones y arreglos musicales. El Sonero del Pueblo ya estaba consagrado como uno de los mejores intérpretes de salsa por su capacidad de versar soneos improvisados con gracia y picardía.
De la cúspide al abismo. Esta historia de gloria cambió el 22 de septiembre de 1980 cuando Marvin Santiago ingresa a la Penitenciaría de Bayamón, tras salir culpable de tráfico de drogas, cargando una sentencia de 10 años. Durante una entrevista declaró: "Yo caí preso, pero estaba pegao. Perdí la libertad de la calle al estar preso, pero espiritualmente me liberaron de la esclavitud que tenía con la droga. Aprendí en la cárcel que de nada me servía tener fama, chavos y estar en la droga ; porque eso no era vida". Marvin sostenía que la acusación fue un caso fabricado. "Yo no vendía, pero la Policía decía que yo tenía contacto con los muchachos de la droga y los conocía porque los mencionaba en mis discos y querían callarme".
Una voz sin silenciar. Santiago recuerda aún el momento de ingresar a prisión y las palabras burlonas dichas por el guardia penal que lo recibió. -- Te apagaron, Marvin. -- No, yo estoy flasheando, estoy prendido todavía. Al poco tiempo del encarcelamiento, Marvin aseguró que se desvinculó de la droga, rompió su adicción y se convirtió al Evangelio. Por aquella fecha también recibió la noticia de que su consejero le consiguió un permiso para grabar un nuevo proyecto discográfico, aún estando preso. Entonces para 1981 presenta el LP Adentro (TH - 2148) y al siguiente año El Hijo del Pueblo (TH - 2210). Tite Curet Alonso compuso la mayoría de las canciones que contienen ambos discos y algunas recrean incidencias de la vida en prisión. Ese año de 1981 Marvin sufre la muerte de quien fuera su mentor, Jorge Millet.
Rehabilitación y labor comunitaria. Marvin ya era considerado como un ejemplo de superación para los reos. Esto le dio la oportunidad de hacer presentaciones públicas y hasta llegar a viajar. Pero también recibió críticas por los privilegios que gozaba siendo prisionero. En 1982 lo trasladaron al Campamento Penal de Guavate. Allá constituyó el grupo Confinado en Acción y Prevención (CAP) con lo que se dedicó a visitar escuelas para orientar a los jóvenes sobre las consecuencias del uso de drogas. Durante esos años se dedicó a fomentar actividades recreativas en diferentes presidios y además de ofrecer charlas.
En 1985 grabó su tercer disco en la cárcel El Sonero del Pueblo (Top Hits) y mientras cumplía probatoria sacó en 1986 ¡OFICIAL! Ahora Con Tremenda Pinta (Top Hits). Marvin Santiago ha sido el primer cantante puertorriqueño en grabar un disco estando preso. En 1987 concluyó su sentencia.
Textos: Hiram Guadalupe
Adaptación: Saúl López
Para saber mas puede acceder
https://es.wikipedia.org/wiki/Marvin_Santiago
Maestro del sonero urbano. Marvin Santiago grabó en prisión tres discos memorables que lo mantuvieron como uno de los cantantes favoritos de la grey salsera. Tras el éxito arrollador de 1979 con la producción Fuego A La Jicotea (TH - 2061), Santiago lanza en 1980 su segundo álbum con el sugestivo título ¡Caliente y Explosivo! (TH - 2089). En ambos discos la producción estuvo a cargo de Jorge Millet, desde el diseño de carátulas y selección de temas ; hasta las orquestaciones y arreglos musicales. El Sonero del Pueblo ya estaba consagrado como uno de los mejores intérpretes de salsa por su capacidad de versar soneos improvisados con gracia y picardía.
De la cúspide al abismo. Esta historia de gloria cambió el 22 de septiembre de 1980 cuando Marvin Santiago ingresa a la Penitenciaría de Bayamón, tras salir culpable de tráfico de drogas, cargando una sentencia de 10 años. Durante una entrevista declaró: "Yo caí preso, pero estaba pegao. Perdí la libertad de la calle al estar preso, pero espiritualmente me liberaron de la esclavitud que tenía con la droga. Aprendí en la cárcel que de nada me servía tener fama, chavos y estar en la droga ; porque eso no era vida". Marvin sostenía que la acusación fue un caso fabricado. "Yo no vendía, pero la Policía decía que yo tenía contacto con los muchachos de la droga y los conocía porque los mencionaba en mis discos y querían callarme".
Una voz sin silenciar. Santiago recuerda aún el momento de ingresar a prisión y las palabras burlonas dichas por el guardia penal que lo recibió. -- Te apagaron, Marvin. -- No, yo estoy flasheando, estoy prendido todavía. Al poco tiempo del encarcelamiento, Marvin aseguró que se desvinculó de la droga, rompió su adicción y se convirtió al Evangelio. Por aquella fecha también recibió la noticia de que su consejero le consiguió un permiso para grabar un nuevo proyecto discográfico, aún estando preso. Entonces para 1981 presenta el LP Adentro (TH - 2148) y al siguiente año El Hijo del Pueblo (TH - 2210). Tite Curet Alonso compuso la mayoría de las canciones que contienen ambos discos y algunas recrean incidencias de la vida en prisión. Ese año de 1981 Marvin sufre la muerte de quien fuera su mentor, Jorge Millet.
Rehabilitación y labor comunitaria. Marvin ya era considerado como un ejemplo de superación para los reos. Esto le dio la oportunidad de hacer presentaciones públicas y hasta llegar a viajar. Pero también recibió críticas por los privilegios que gozaba siendo prisionero. En 1982 lo trasladaron al Campamento Penal de Guavate. Allá constituyó el grupo Confinado en Acción y Prevención (CAP) con lo que se dedicó a visitar escuelas para orientar a los jóvenes sobre las consecuencias del uso de drogas. Durante esos años se dedicó a fomentar actividades recreativas en diferentes presidios y además de ofrecer charlas.
En 1985 grabó su tercer disco en la cárcel El Sonero del Pueblo (Top Hits) y mientras cumplía probatoria sacó en 1986 ¡OFICIAL! Ahora Con Tremenda Pinta (Top Hits). Marvin Santiago ha sido el primer cantante puertorriqueño en grabar un disco estando preso. En 1987 concluyó su sentencia.
Textos: Hiram Guadalupe
Adaptación: Saúl López
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